Jinete: usa tu respiración para mejorar tu rendimiento
Respirar es algo que hacemos alrededor de unas 22.000 veces al día, pero a menudo lo subestimamos por ser un proceso automático. El hecho de que algo tan importante ocurra sin ningún tipo de pensamiento consciente, puede impedirnos respirar a nuestra máxima capacidad. Para los jinetes —y deportistas en general—, el asunto de respirar adquiere gran importancia, ya que dependiendo de cómo se realiza, puede inhibir nuestro rendimiento o potenciar nuestras capacidades.
El estrés, el miedo y otros factores pueden alterar nuestra respiración a lo largo del día, y cuando estás sobre un caballo —que es muy sensible a nuestro lenguaje corporal y energía—, lo último que quieres es que perciba una versión muy diferente de ti y que active su instinto defensivo. Por eso, como jinetes es crucial desarrollar nuestra capacidad de ejercer control sobre nuestra respiración y realizarla con una técnica adecuada.
Conexión entre cuerpo y mente
Cuando se habla del papel que desempeña la respiración en el entrenamiento y el rendimiento de un deportista, la atención se suele centrar en la oxigenación y la gestión del estrés. Sin embargo, ser consciente de la respiración es una de las mejores formas de conectar la mente y el cuerpo; un requisito para cualquier acercamiento al entrenamiento ecuestre. Y es que, la calidad de nuestra respiración tiene el poder de influir en todos los aspectos de nuestra salud y bienestar, desde cómo nos sentimos y pensamos, hasta cómo nos movemos, acomodamos y nos comunicamos con nuestro caballo.
Al montar, nuestro cuerpo entra en modo de supervivencia —en mayor o menor medida—, ya que nos enfrentamos a una situación de riesgo para nuestro cuerpo. Y es que, estar sobre un animal en movimiento que puede reaccionar de forma inesperada, nos coloca a los jinetes en una posición vulnerable y nuestra mente es muy consciente de ello. En consecuencia, el instinto natural de nuestro cuerpo es activar la respuesta de alerta: tensarse, aumentar el ritmo cardíaco e interrumpir el ritmo normal de la respiración, lo que se convierte en un obstáculo para lograr una buena práctica o que altera nuestro rendimiento en competencias.
Sin embargo, al adoptar una práctica diaria de respiración consciente, estamos introduciendo esencialmente una modalidad de mindfulness a nuestro entrenamiento, misma que permite sintonizar con nuestros pensamientos y emociones antes de poder controlarlos. También nos ayuda a salir de aquellos estados de ansiedad, estrés o miedo, permitiendo que nuestra mente adquiera una sensación de calma y, por tanto, disminuya nuestro ritmo cardíaco y otras señales relacionadas con la reacción de alerta.
Del mismo modo, la forma en que respiramos tiene una importante relación con nuestra postura y movilidad. De hecho, un patrón de respiración óptimo puede permitir que nuestro cuerpo se relaje y baje el centro de gravedad hacia la pelvis, lo que nos facilita la contracción del abdomen para movernos en sincronía con el caballo. Y, cuando nos encontramos en un asiento más equilibrado y estable, nuestro caballo también es capaz de equilibrarse.
Respira, mantente concentrado
Además de mejorar las conexiones cuerpo-mente, una buena técnica de respiración puede ayudarnos a agudizar la mente y mantener nuestro enfoque en el aquí y ahora. Esto nos ayuda a bloquear cualquier factor externo que no tenga que ver con el deporte que estemos realizando. A su vez, se reduce el riesgo de cometer pequeños errores -como saltarse un paso en la rutina de adiestramiento o abordar los obstáculos en el campo en un orden diferente- o accidentes más graves y potencialmente mortales.
La concentración también está relacionada con el progreso. Por ejemplo, al mantenernos concentrados, es más probable que hagamos una transición suave de un obstáculo a otro, o que pases sin esfuerzo entre tus oponentes en una carrera de caballos.
Ya sea para hacer frente a la presión de una competencia o para lograr dar un salto específico en el entrenamiento, es fundamental que aprendas a concentrarte y a gestionar tus emociones cada día. Los ejercicios de respiración son una gran herramienta que nos permite ser capaces de responder a las situaciones de estrés con la cabeza fría, y ayudan a estar mental y emocionalmente presentes.
No cabe duda de que ser capaz de respirar correctamente es un arma secreta. Así que, la próxima vez que entrenes, y antes de subirte a tu caballo, tómate 2 minutos para experimentar con diferentes técnicas de respiración, y así encontrar la que te funcione mejor.
Si no estás seguro de por dónde empezar, prueba esto: de pie con los pies separados a la altura de la cadera y la columna vertebral neutra, levanta la cabeza, coloca las manos en la cadera e inhala contando hasta cinco, procura llevar el aire hasta la parte alta del abdomen. Deja que la caja torácica se eleve y que los pulmones se expandan. Para exhalar, aprieta el abdomen hacia dentro e intenta dejar salir el aire de los pulmones de forma gradual durante todo el tiempo que puedas. Una vez que hayas hecho unas cuantas respiraciones en el suelo, pruébalo arriba del caballo.