Mindset, mentalidad de crecimiento y mejora continua en el deporte
En el mundo del deporte competitivo, alcanzar la excelencia va más allá de la técnica y la preparación física, y no solo se mide únicamente con medallas y trofeos.
La búsqueda de la excelencia en el ámbito deportivo, puede convertirse en un valor, una actitud, un objetivo e incluso una filosofía deportiva y personal. Para quienes estamos involucrados en el deporte, se convierte en una brújula que debe guiar los objetivos, planes, decisiones y acciones de cualquier entrenador y atleta que quiera considerarse de alto rendimiento.
Se trata de desarrollar una mentalidad de crecimiento y un desarrollo integral como persona. En este artículo, exploramos cómo los atletas pueden cultivar estas cualidades cruciales para alcanzar su máximo potencial como deportistas y como personas.
La nueva psicología valora el esfuerzo
La excelencia es un objetivo común para los atletas de alto rendimiento. La psicóloga Carol Dweck, autora del libro «Mindset: La nueva psicología del éxito», nos habla de la importancia de adoptar una «mentalidad de crecimiento». Esto significa que para considerarse exitosos, los atletas deben aprender a ver las dificultades y las derrotas como oportunidades para aprender y crecer, en lugar de verlos como fracasos personales.
En la búsqueda de la excelencia, la mentalidad de crecimiento se convierte en un aliado invaluable para lidiar con la frustración. Dweck y otros expertos promueven la idea de que nuestras habilidades y talentos pueden ser desarrollados a través del esfuerzo y la práctica constante.
Si una persona piensa que no puede lograr algo y que el objetivo es muy difícil de alcanzar, se frustra y abandona el esfuerzo.
Mientras que, si la persona cree que puede desafiarse a sí misma y considera que tiene realmente posibilidades de alcanzarlo en algún momento, tendrá mayor disposición a esforzarse para lograrlo.
“Cuando los atletas adoptan una mentalidad de crecimiento, están más dispuestos a enfrentar desafíos y a perseverar a pesar de las dificultades.”
Es por ello que, la disposición al esfuerzo proviene de las ideas que tenemos sobre nuestras capacidades, el riesgo que existe en la búsqueda de un objetivo, así como la capacidad de centrarse en lo que está dentro de mi control. Recordemos que en el deporte lo más común es que no se consiga el triunfo o el campeonato, pues el logro de resultados depende de muchas cosas más que solo el rendimiento personal.
“Una mentalidad de crecimiento implica reconocer el valor del proceso, no de los resultados.”
Kaizen en el deporte, mejorar día con día
Por otro lado, para alcanzar la excelencia en el entorno deportivo, podemos recurrir al exitoso método Kaizen de mejora continua en las empresas. Kaizen (que viene de dos palabras japonesas «kai» y «zen» que significan cambio o mejora, y gradual u ordenada) es una filosofía que se basa en decidir cambiar algo y ser perseverante en esa decisión.
En función a este deseo de cambio o mejora, todos los días se debe hacer un pequeño paso o acción que nos acerque al objetivo. Es decir, podemos dividir los grandes objetivos en acciones concretas y separadas que se realizan día con día y que nos acercan poco a poco al cumplimiento del objetivo. Estas acciones deben ser medibles para poder llevar un seguimiento.
El cambio se debe dar de forma lenta, gradual, pero sin perder el ritmo y perseverar en la búsqueda.
Se trata de construir y desarrollar una manera de pensar específica para la búsqueda de la mejora, que puede o no verse recompensada con los triunfos tradicionales. Es una disposición mental que además permite centrarte en el desempeño, en las acciones concretas que pueden llevarte al éxito, esto incluye decidir conscientemente hacer a un lado aquello que no contribuya a mis objetivos.
Mantener esa capacidad de dar lo mejor de cada uno de nosotros, dentro y fuera del deporte, promover los ideales de mejora a nuestro alrededor y reconocer que el trabajo y el proceso alcanzado en sí mismo, ya es una recompensa importante.
Desarrollo integral de la persona: más allá del deporte
No se puede alcanzar la excelencia en el deporte si se descuida el desarrollo integral de la persona. La psicología del desempeño deportivo, ha trabajado con atletas que han descubierto que su crecimiento personal influye directamente en su rendimiento deportivo. Autores como Daniel Goleman, conocido por su trabajo en inteligencia emocional, destaca cómo el equilibrio emocional y el bienestar general del atleta son fundamentales para el alto rendimiento.
La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer, aceptar, expresar y utilizar adecuadamente las emociones. El deporte es una herramienta que exige desarrollar y emplear conscientemente este tipo de inteligencia, pues una de las influencias que tienen nuestras emociones es a nivel mental en la percepción y la toma de decisiones de lo que vivimos dentro y fuera del deporte.
En este sentido, esta habilidad puede ser útil entre otras cosas, para construir sólidas redes de apoyo, ser capaces de marcar límites a las situaciones que no contribuyan en mi desarrollo, asumir las responsabilidades del deporte, ser capaces de analizar de manera objetiva lo que influye en mi rendimiento.
Para ser un gran deportista es indispensable tener inteligencia emocional. Lee aquí Cómo cultivar la inteligencia emocional.
La excelencia no se alcanza de la noche a la mañana, pero con mentalidad de crecimiento, mejora continua y desarrollando habilidades psico-emocionales, cada atleta de alto rendimiento puede acercarse un paso más a un mejor desempeño. Cultivar estas cualidades te convertirá en un competidor más fuerte, en el deporte y en la vida.
No se puede alcanzar la excelencia en el deporte si se descuida el desarrollo integral de la persona. La psicología del desempeño deportivo, ha trabajado con atletas que han descubierto que su crecimiento personal influye directamente en su rendimiento deportivo. Autores como Daniel Goleman, conocido por su trabajo en inteligencia emocional, destaca cómo el equilibrio emocional y el bienestar general del atleta son fundamentales para el alto rendimiento.
La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer, aceptar, expresar y utilizar adecuadamente las emociones. El deporte es una herramienta que exige desarrollar y emplear conscientemente este tipo de inteligencia, pues una de las influencias que tienen nuestras emociones es a nivel mental en la percepción y la toma de decisiones de lo que vivimos dentro y fuera del deporte.
En este sentido, esta habilidad puede ser útil entre otras cosas, para construir sólidas redes de apoyo, ser capaces de marcar límites a las situaciones que no contribuyan en mi desarrollo, asumir las responsabilidades del deporte, ser capaces de analizar de manera objetiva lo que influye en mi rendimiento.
Para ser un gran deportista es indispensable tener inteligencia emocional. Lee aquí Cómo cultivar la inteligencia emocional.
La excelencia no se alcanza de la noche a la mañana, pero con mentalidad de crecimiento, mejora continua y desarrollando habilidades psico-emocionales, cada atleta de alto rendimiento puede acercarse un paso más a un mejor desempeño. Cultivar estas cualidades te convertirá en un competidor más fuerte, en el deporte y en la vida.