¡Atención! Esto es lo que está acabando con tu motivación

Solo saliendo de la zona de confort hay crecimiento y motivación. Cuando nos quedamos en nuestra zona de confort y no queremos salir de ahí, nos estancamos. Entramos en círculos viciosos y nuestra motivación decae.

Necesitamos motivación para hacer ciertas cosas. Pero a veces, parece que esa motivación así como llega de forma inesperada, se va. En momentos como Año Nuevo o ante retos interesantes como una competencia en la que queremos participar, sentimos una motivación inicial; sin embargo, esa energía se va desvaneciendo con el paso del tiempo por diferentes factores.

La motivación es el impulso que mueve a la persona a comenzar ciertas tareas o acciones, y persistir en ellas para alcanzar sus metas. Se trata de un estado interno que activa la energía de la persona y le permite actuar y comportarse de la manera necesaria para alcanzar objetivos concretos.

La motivación es un proceso dinámico pues está relacionada con el nivel de activación y el desgaste emocional; habrá días en los que la persona se sentirá con mucha energía y otros en los que le gustaría tirar la toalla. 

Es por ello que, para mantener la motivación, debemos aprender a construirla y alimentarla. Para ello también se necesitan habilidades emocionales que permitan sobrellevar las incomodidades y las facturas que se deben pagar por avanzar en la mejora continua —como sería tolerar el cansancio por el esfuerzo físico; hacer las tareas para fortalecer las capacidades mentales y aprender a controlar el estrés que causa salir de la zona de confort; además de manejar la frustración por hacer cosas en las que no somos hábiles, o la impotencia por no poder realizar algo distinto a lo que dice el plan para este proceso.  

4 cosas que acaban con la motivación deportiva (y que no te permiten salir de tu zona de confort)

  1. El Miedo

La primera causa para perder la motivación deportiva es el miedo, pero más que una situación de vida o muerte, se trata del miedo a no lograrlo, a no cumplir con las expectativas, a hacer el ridículo, a no ser perfecto, a lastimarse…

Cuando una meta muy grande o ambiciosa activa nuestro miedo, el cerebro manda una señal de huida para evitar la confrontación con eso que nos causa incomodidad. 

La falta de habilidades para manejar el miedo, la ansiedad o el estrés, y para mantener un estado de alerta continuo, genera un desgaste físico, mental y emocional. Este desgaste deja poca o ninguna energía para activar la chispa para hacer lo necesario en el camino a la meta. 

Cómo contrarrestar el miedo: 

  • Hacer consciente que el miedo está presente 
  • Analizar cuáles son tus miedos más profundos
  • Identificar las reacciones que tienes cuando sientes el miedo

Una vez que has reconocido el sentimiento y las reacciones que tienes ante él, será más fácil de identificar cuando aparezca, y entonces:

  • Aprender a regular las reacciones que tienes ante el miedo y a mantener la calma ante los retos
  • Aprender a dividir las acciones que tienes que hacer a continuación en pequeños pasos
  • Ajustar las metas y las expectativas para reducir la presión
  • Trabajar con un especialista aquellas situaciones psicológicas que activan tus miedos más profundos
  1. El nivel de compromiso

¿Qué nivel de compromiso implica el deporte que practicas? ¿Eres un deportista amateur o quieres ser un atleta de alto rendimiento? La segunda razón por la que la motivación de un atleta disminuye puede darse cuando el compromiso deportivo es muy grande. Aquí ejemplos de ello:

  1. Faltan metas a corto plazo, periodos de evaluación o de revisión, que vayan confirmando el progreso y dando retroalimentación del avance. Mientras se busca una meta es fundamental evaluar si va por buen camino o no, en cada entrenamiento, competencia o periodo en que sea posible. 
  2. Falta de apoyo o de recursos. Mantener el compromiso con una gran meta requiere muchos recursos para confiar en que puede lograrse; no solo recursos económicos sino también de tiempo, de logística y de apoyo externo para superar los malos momentos. Es normal que si estos aspectos disminuyen, se perciba que las posibilidades de lograr una meta son menores y eso afecte la motivación. 
  3. Exceso de confianza. Cuando un deportista obtiene logros inesperados, puede llegar a confiarse de más y esto baja el nivel de activación para imprimir esfuerzo a lo que falta. Muchas veces un deportista se comienza a sentir muy bien, y es fácil que deje de lado todo lo demás que tiene que hacer. 

Cómo contrarrestar la falta de compromiso: 

  • Tener clara la visión a largo plazo: como me veo en el futuro puede hacer que tenga sentido el sacrificio presente 
  • Priorizar intereses y actividades, recordar la importancia de posponer lo que es irrelevante
  • Fortalecer el apoyo externo, tener una red de apoyo sólida en la cual se pueda confiar ante la adversidad
  • Escribir las metas y ponerlas en un lugar visible que todo el tiempo pudiera recordar lo que se persigue
  • Agendar los entrenamientos, tareas, etc. para hacer recordatorios 
  1. La pérdida de motivación interna

¿Por qué un deportista hace lo que hace? Un deportista ama su deporte, se divierte con él, fluye en él, y por eso lo hace. Pero cuando empieza a obtener buenos resultados, obtener podios, trofeos, premios económicos, reconocimiento externo; puede cambiar su enfoque: comienza a hacerlo solo para ganar. Si llega una mala temporada y no obtiene los resultados esperados, la motivación se pierde. El deportista olvida lo que se siente hacer algo por diversión y por gusto, o por aprender y dominar nuevas habilidades y técnicas para considerarse un deportista experto y de alto nivel. En este caso el atleta, sin darse cuenta, comienza a cambiar sus objetivos. 

Cómo contrarrestar la falta de motivación interna: 

  • Buscar nuevamente las emociones de gozo, placer y diversión al realizar deporte. El atleta debe recordar por qué comenzó a hacer tu deporte 
  • Revisar y ajustar con el atleta los motivos por los que comenzó a practicar el deporte a nivel competitivo
  • Llevar a nivel consciente qué otras ganancias brinda la actividad y los aprendizajes que se logran como persona-deportista 
  • Volver a plantearse retos de perfeccionamiento de sus habilidades deportivas
  • Percibir el impacto favorable que nuestras metas pueden tener en otros, como la inspiración que se puede generar en otros deportistas de menor nivel
  1. La mentalidad rígida y no saber salir de la zona de confort

Es todo o nada. O soy muy bueno o soy muy malo en el deporte. Nuestro cerebro está acostumbrado a mantenerse haciendo aquello que domina, y las ideas de que ya hacemos las cosas bien o que nunca podremos cambiar, nos limita a seguir creciendo. 

Cuando la mente no está abierta y enfocada a un proceso de cambio, de crecimiento y aprendizaje constante, se pierde la motivación. Por ello, tener la disposición a salir de la zona de confort y manejar la resistencia al cambio es un requisito. 

Es necesario que el atleta sepa que en este proceso seguramente se sentirá incómodo, que posiblemente se equivoque; que avanzar en las metas a veces requiere verse mal e incluso torpe en ciertos momentos. Pero debe saber que esto es transitorio. 

Cómo contrarrestar la mentalidad fija: 

  • Revisar las tendencias mentales del atleta —llamadas distorsiones cognitivas— que se tienen con respecto a las creencias personales: sobre generalizaciones, etiquetas, comparaciones, pensamientos negativos, auto acusaciones, etc. 
  • Darse permiso de equivocarse y de cometer errores. entender que no se puede la perfección , somos perfectibles más no  perfectos y que cometemos errores. 
  • Ser flexible en los procesos a seguir
  • Reafirmar la confianza en sí mismo para atravesar las adversidades del cambio, recordando capacidades, habilidades y posibilidades reales
  • Buscar evidencia de otros momentos en su trayectoria en que se estuvo dispuesto a cambiar y pudo mantenerse motivado en ello

Mantener la motivación es una habilidad que se aprende. Trabajar en los aspectos emocionales y mentales que nos restan motivación es importante para mantenernos en el camino de alcanzar nuestros objetivos. 

En Yolístico trabajamos con deportistas de diversas disciplinas para ayudarles en este tipo de retos y les ayudamos a desarrollar herramientas de fortaleza mental que les permiten mejorar se desempeño.

Acerca del autor

Sylvanna Barona

He tenido la suerte y la oportunidad de vivir de cerca el sistema y las metodologías de Yolístico como deportista y como mamá de un deportista de alto rendimiento que practica un deporte de alto riesgo. Tu mente puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. Tú decides cuál quieres.

Deja una respuesta

Te puede interesar