El Síndrome del Impostor en el deporte y cómo sobreponerte
¿Alguna vez te has dicho a ti mismo: ¡Todos aquí son mucho mejores que yo! o ¡No tengo lo que se necesita para competir en este nivel!? ¿Piensas que fue una casualidad entrar en la lista de seleccionados o que tuviste suerte en una competencia? ¿Descartas tus éxitos porque sientes que tus rivales tuvieron un mal día? o ¿has visto un récord o logro personal como un evento de una sola vez que no se repetirá?
Experimentar de manera recurrente ideas y pensamientos como estos tiene un nombre: el «Síndrome del Impostor»; y ocurre cuando dudas de tus éxitos y te sientes un fraude; o no terminas por sentir que puedes o eres suficiente para las demandas, por más que te esfuerces, por más que trabajes y de manera racional sepas que puedes. hay algodón en el fondo de ti, como una voz que siempre te dice. No vas a poder, no vas a llegar, el otro es mejor, tiene más experiencia, más años. lo que sea.
El Síndrome del Impostor es la creencia de que no eres tan competente como los demás te perciben. Es la sensación de ser un farsante. Piensas que no tienes talento y temes que tus compañeros de equipo se den cuenta de ello.
Determina si tienes el Síndrome del Impostor:
– Atribuyes tu éxito a la suerte, y no tus entrenamientos ni a tu habilidad
– Te menosprecias y te comparas de manera negativa con otros deportistas
– Tienes miedo a no estar a la altura de las expectativas ya que no eres tan talentoso como otros creen
– Saboteas tu éxito poniendo menos preparación y esfuerzo
– ¿Sientes que serás “descubierto” como un deportista que no merece estar en ese nivel competitivo?
– Piensas que tienes que seguir esforzándote, entrenando más, y tus entrenamientos se convierten en obsesiones sin límite llevándote muchas veces al burnout.
– Te haces pequeño ante el primer error, queriendo desaparecer del lugar pensando que te van a descubrir, que no estás a la altura y sientes una incomodidad desproporcionada en el cuerpo, llamada vergüenza.
¿Cómo superar el Síndrome del Impostor si lo padeces?
Las comparaciones sobre el rendimiento y la capacidad en los deportistas tienen un gran efecto sobre algunos atletas, alimentando el miedo al fracaso e incrementando las presiones del perfeccionismo, lo cual impacta en su confianza.
El Síndrome del Impostor en el deporte es más frecuente de lo que imaginas, muchos de los atletas con los que trabajamos en Yolístico lo han experimentado, pues perciben en ellos algunas de estas características.
Si te sientes identificado, el primer paso para superarlo es adquirir conciencia de que lo padeces y comenzar a adquirir herramientas para aprender a regularlo.
Entonces, ¿cómo hacemos esto y qué consejos damos a nuestros atletas?
4 formas de gestionar el Síndrome del Impostor en el deporte
1. Reconoce que tú eres la razón detrás de tu éxito
La primera forma de comenzar a lidiar con tu Síndrome del Impostor es comenzar a reconocer tu éxito. Muchos atletas con los que trabajamos tienden a atribuir su éxito a otros factores como la suerte, el mal desempeño de los oponentes, las condiciones favorables… Pero la realidad es que lo han hecho bien y se han entrenado bien.
Esto significa que es importante seguir recordándote cómo tú mismo has contribuido a tu éxito. Aquí hay algunas formas para hacerlo:
– Anota las pequeñas victorias a lo largo del año: verbaliza lo que salió bien en los entrenamientos y en los eventos; y luego, reflexiona sobre esto antes de otros grandes eventos.
– Conversa frecuentemente con tu equipo de apoyo, tus familiares y amigos sobre lo que va bien y reflexiona sobre por qué consideras que va bien.
– Habla contigo de una manera positiva y útil para recordarte que sí perteneces y que te has ganado tu lugar ahí.
2. Cuida las comparaciones
En el mundo del deporte es muy fácil compararse con los otros atletas. Ahora con las redes sociales y la información inmediata, es muy fácil enterarse del rendimiento y desempeño de los demás, ya sea a través de estadísticas, momentos destacados, tiempos, distancias o incluso calificaciones que se hacen públicas en todos lados.
Esto puede llevar a los atletas a sentir que necesitan probarse a sí mismos, en lugar de concentrarse en mejorar, lo que agrega una presión que dificulta aún más el rendimiento. Entonces, este es el tipo de mensajes que compartimos con nuestros atletas:
– El aprendizaje no es lineal: nadie aprende y se desarrolla al mismo ritmo.
– Concéntrate en lo que necesitas hacer bien para rendir al máximo, en lugar de pensar en el rendimiento de los demás.
– ¿Crees que los demás se están concentrando en ti? Si no, ¿por qué?
3. Eres un trabajo en progreso (work in progress)
Siempre habrá algo en lo que puedas mejorar. Es decir, un atleta nunca será un producto terminado y siempre puede enfocarse en algo a desarrollar o mejorar ya sea física, técnica o mentalmente.
Por ejemplo, en algunas áreas de la psicología deportiva, sabemos que los nuevos hábitos y aprendizajes, aunque creamos que se adquieren rápidamente, si no los consolidamos a menudo también lo perdemos rápidamente.
Aquí hay algunos consejos con los que trabajamos con nuestros atletas para ayudar en esta área:
– Cada temporada, establecemos cuáles serán las principales áreas por desarrollar y determinamos un punto de referencia para tomar como base.
– Reflexionamos sobre el aprendizaje y el desarrollo, no solamente sobre los resultados.
– Elogiamos los comportamientos y actitudes útiles que se vinculan con el aprendizaje.
4. Fracasa mejor
En el deporte como en la vida, es inevitable que en algún momento falles, tengas un retroceso o rendimiento inferior. La buena noticia es que el “fracaso” en realidad solo es una experiencia adversa más, y al observarlo correctamente ayuda a desarrollar habilidades clave como la motivación, la resiliencia, la empatía y la metacognición.
Así que cuando —inevitablemente— el “fracaso” suceda, debemos asegurarnos que aprenderemos de ello. Aquí hay algunas maneras de hacerlo:
– Ve el estrés y la presión como desafíos, no como amenazas.
– Ábrete a recibir comentarios sobre lo que podrías hacer mejor.
– Hazte preguntas sobre tus miedos a fracasar.
Es importante reconocer cuando comienzas a sentirte como un impostor en tu deporte, pero no es suficiente detenerse allí. Es necesario ser proactivo y apoyarte en las personas que te rodean para ayudarte a combatir estos sentimientos y pensamientos.
Sigue los sencillos consejos anteriores para tratar de trabajar en cómo te sientes o para ayudar a otros en el camino. Si requieres apoyo, recuerda que en Yolístico trabajamos desde la psicología del desempeño a través de clínicas y talleres que te ayudarán a desarrollar habilidades y adquirir herramientas para tu desarrollo deportivo.
Acciones para contrarrestar el Síndrome del Impostor:
* Aléjate del perfeccionismo.
* Pide ayuda a tu entrenador para mejorar tus habilidades.
* Esfuérzate por hacer el trabajo necesario.
* Trabaja en tu fortaleza mental.
* Desafía tus pensamientos.
* Detén la comparación negativa con otros.
* Cree que perteneces a esa comunidad deportiva y persigue nuevas metas.
* Si no puedes solo busca ayuda profesional, porque no te dejará llegar a donde quieres.
Si te interesa trabajar en tu confianza y aprender a usar herramientas de psicología deportiva para contrarrestar el Síndrome del Impostor en el Deporte, escríbenos para que te enviemos información del taller que tendremos en febrero de 2023.