Embodyment como metodología para mejorar tu manera de montar
Tu entrenador te dice que bajes el talón, pero tu juras que lo tienes abajo. Cuando ves un video notas que tus talones no están donde deberían. Otro caso: tu entrenador te dice que te adelantaste al salto, y tu piensas que acompañaste justo en el momento que debías hacerlo, pero cuando ves el video te das cuenta que tenía razón… Muchos otros ejemplos de ayudas y posturas arriba del caballo que no logramos ejecutar de manera eficiente están relacionadas con la falta de sintonía entre el cuerpo y la mente.
Así como un cuadro es la expresión del artista, el cuerpo es la expresión del deportista. En cada participación deportiva, el atleta manifiesta sus capacidades, habilidades y emociones; muestra su poder, su control emocional, sus expectativas y las presiones a las que está sujeto, su gozo, sus miedos, y tensiones.
Todo pasa por el cuerpo; cualquier pensamiento o percepción tiene una manifestación física —aunque no seamos conscientes de esta reacción— y es natural que hayan cambios en nuestra conducta y en nuestro lenguaje corporal. La persona piensa y el cuerpo actúa. En la mayoría de los casos, nuestro cuerpo actúa sin que seamos conscientes de sus acciones, ya que son automáticas e intuitivas. Con la práctica, el cuerpo ha aprendido lo necesario para ejecutar acciones sin necesidad de que nosotros le demos una orden específica.
Eso, en teoría, es lo que deberíamos buscar ¿cierto? ¡Falso!
En muchos casos esos gestos aprendidos, esas conductas motrices que se han desarrollado con el paso del tiempo ni siquiera son las óptimas para una correcta ejecución. Es decir, automatizamos errores y malas prácticas.
Por lo tanto, tendríamos que dedicar un tiempo a revisar que nuestras acciones mientras montamos, efectivamente se están realizando de manera correcta para obtener los resultados deseados.
El Embodiment es una metodología que posibilita tener mayor conciencia de nuestro cuerpo; de este aprendemos la importancia de cuidarlo y atenderlo. Conectar la mente con el cuerpo, no es un cliché, es una necesidad del deportista que permite un mayor control de la expresión corporal.
Para los jinetes esto es doblemente necesario porque es el cuerpo nuestra manera de mandar el mensaje indicado al caballo, en el momento preciso. Y por otro lado, dado que el cuerpo es el receptor de los mensajes del caballo, a través de la sensibilidad y los mecanismos de la introcepción, propiocepción y exterocepción, el jinete se conecta o no con él. Estar en presencia completa, como este observador-participante; que experimenta, siente, ejecuta y piensa, todo al mismo tiempo.
Entender la mente es indispensable, es hora de entender al cuerpo y conectarlo con la cabeza, el caballo y el ambiente.
Objetivos del embodiement
Comprender el impacto que tiene la actividad mental y emocional en el cuerpo del jinete.
Desarrollar la consciencia para conectar la mente con el cuerpo y mantenerse aquí y ahora.
Conocer las capacidades físicas, cognitivas y emocionales involucradas en una ejecución óptima.
Aprender las bases para regular conductas impulsivas y hábitos motrices inadecuados.
Adquirir herramientas que permitan un cuidado adecuado de los recursos del jinete.
Algunos beneficios de practicar el Embodiement son:
· Atención plena al momento presente del cuerpo
· Mejora la comunicación con el caballo
· Manejo de los recursos energéticos
· Consciencia de las emociones y su impacto en el cuerpo
· Cuidados del cuerpo
· Fortalecer la seguridad en uno mismo
· Recuperación momento a momento (física y mental)
· Resistencia emocional y mental
· Desarrollo de intuición y percepción
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