El secreto de los jinetes profesionales para mejorar la comunicación con su caballo
El embodyment es un trabajo intenso durante el cual el jinete pasa por diferentes etapas para conseguir romper con los malos hábitos del pensamiento, y así aprender a regular el estrés y usarlo a su favor durante la competencia.
Una buena comunicación entre un jinete y su caballo se da cuando existe un flujo claro y continuo de retroalimentación. Es decir, el jinete manda un mensaje a través de un apoyo y el caballo lo decodifica y da una respuesta física. Mediante esta respuesta, el jinete puede saber si con sus apoyos está consiguiendo lo que busca o debe ajustarlos.
Para poder conseguir una comunicación clara, abierta, sin bloqueos y de manera natural, se requiere de mucha sensibilización por parte del jinete. Es aquí en donde viene a juego el embodyment, un término que introducimos en nuestra entrada sobre los 5 Pilares de la Psicología del Desempeño Deportivo. Este término se refiere a la metodología que busca reconectar y entrenar la mente y el cuerpo de manera integral, con el fin de alcanzar un mejor control sobre uno mismo.
Si bien es cierto que poder identificar el estado de su cuerpo es clave para cualquier deportista o atleta, en los deportes ecuestres se vuelve aún más importante. Y es que los caballos se comunican el 99% del tiempo a través del lenguaje corporal, lo que los hace especialmente sensibles a los movimientos, gestos y emociones de su jinete.
El dominio de la consciencia del cuerpo y la mente
La teoría del embodyment es fácil; mientras más conectado esté el cuerpo con la mente del jinete, mejor será su relación con el caballo. Pero en la práctica, para conseguir una total conciencia de su cuerpo, el jinete necesita realizar un profundo trabajo a nivel psicológico y corporal, con el objetivo principal de mejorar su desempeño.
Se trata de un trabajo intenso durante el cual el jinete pasa por diferentes etapas para conseguir romper con los hábitos del pensamiento, y así aprender a regular el estrés y usarlo a su favor. Y es que, a partir de las propias creencias y la percepción que el jinete tiene sobre su situación, se pueden generar pensamientos negativos de forma inconsciente, resultando en conductas sobre las que no tiene control.
Por ejemplo, cuando el jinete se encuentra bajo circunstancias de tranquilidad, es capaz de usar todos sus recursos adecuadamente, disfrutando del deporte y siendo eficiente en la comunicación con su caballo. Pero, cuando el jinete se estresa y experimenta emociones desagradables que se expresan mediante su lenguaje corporal, genera cambios en la postura, la velocidad de sus movimientos o en la fuerza que ejerce con las piernas. Hasta el cambio más sutil puede crear una reacción instantánea que interrumpa la comunicación efectiva del binomio.
¿Qué puede hacer un jinete para mejorar en el manejo de su cuerpo?
Para obtener un buen control sobre la comunicación y desempeño del binomio, el jinete debe asegurarse de que tanto sus necesidades primordiales, como las de su caballo, están cubiertas. Desde el conocimiento técnico y desempeño ecuestre, hasta la condición física y el control sobre su conducta motriz —en el caso del jinete—, y desde el entrenamiento técnico y el balance físico, hasta los cuidados generales del caballo.
En el embodyment es importante entender que nuestro cuerpo y mente están conectados de forma natural y que todo está correlacionado. Por ello, es fundamental mantenerse en el aquí y el ahora, y tener claridad de dónde se requiere dirigir la atención.
Por otra parte, además de los cuidados físicos, para evitar la desconexión de la consciencia sobre alguna de las partes del cuerpo, los jinetes deben de prestar especial atención a las siguientes variables:
Emociones y tensiones: que generan estrés, el cual resulta en cambios fisiológicos automáticos que pueden mandar mensajes erróneos al caballo.
Distracciones: que surgen cuando el jinete enfoca su atención a estímulos que no son relevantes en el momento.
Sistema perceptual: que el jinete pueda reconectar con sus diferentes capacidades sensoriales.
Variables psicológicas: que regulan las conductas a través de la consciencia y comprensión de: pensamientos, sentimientos y conductas.
Balance personal y del caballo: ya que un buen balance es necesario para que la situación fluya sin perder el control del cuerpo.
Finalmente, en el embodyment debemos introducir ejercicios de conciencia corporal en la práctica —como puede ser el yoga o la meditación—, así como trabajar con estrategias que ayuden a construir una mayor tolerancia a sentirse vulnerable mental, emocional y físicamente; los jinetes podrán obtener una comprensión más profunda sobre cómo ajustar su energía y lenguaje corporal según la situación. Como resultado, profundizará en su conocimiento sobre la dinámica de la relación caballo-humano y aprenderán a ser congruentes con los mensajes que busca transmitir.
No cabe duda de que una buena conciencia corporal y una buena comprensión de cómo funcionan las emociones en el cuerpo, así como adquirir herramientas para regularse corporalmente, equivalen a un caballo seguro, fiable, motivado y comprensivo. Como decía Sally Swift —fundadora de Centered Riding y quien lideró una revolución en la concienciación de los jinetes—: «tus brazos y manos, desde las articulaciones de los hombros hasta la punta de los dedos y pasando por las riendas, pertenecen al caballo».
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